Cueva luminosa en Biševo Croacia
La encantadora y pequeña isla de
Biševo esconde uno de los espectáculos geográficos más asombrosos de nuestro planeta: una cueva luminosa que hará las delicias
de los amantes de la naturaleza y de los destinos más desconocidos y misteriosos de la Tierra, bañada por las aguas del mar Adriático, frente a la costa de Croacia.
Equípate con ropa y calzado cómodo para que nada te impida disfrutar de una maravillosa excursión por la naturaleza de esta región. Una cueva de tan sólo unos 5 kilómetros cuadrados y con acceso desde el mar, que encierra en su interior un asombroso juego de luces y de colores, que no te dejará indiferente. |
Los centenares de islas de la costa dálmata esconden mil maravillas, tantas que para conocerlas todas uno debería dedicar años de su vida. Algunas se ven fácilmente, pero otras restan ocultas esperando a ser descubiertas, como grutas que escondan un tesoro.
Mar adentro desde Split, existe una isla llamada Biševo, unas de tantas si no fuera por el espectáculo que ofrece: unas cuevas que, ciertas horas del día, se iluminan con una luz fosforescente y espectacular. Estas son la Cueva Azul (Modra špilja) y la Cueva Verde (Zelena špilja).
Son dos grutas marinas en cuyo fondo se encuentran pequeñas aberturas por las que penetra la luz del sol. Cuando el Sol está en su cénit, la luz procedente del agua del mar penetra por estas aberturas, reflejándose en el agua y en el fondo de piedra caliza blanca y bañando toda la cueva en una espectacular luz de color aguamarina (en la Cueva Azul) y esmeralda (en la Cueva Verde).
Este efecto también se da en otras cuevas, como la Grotta Azzurra (Cueva Azul) de la isla de Capri.
La Cueva Azul y la Cueva Verde atraen más de 10.000 visitantes al año, un número no muy espectacular, ya que sólo se puede acceder a las cuevas mediante un barco. Cuando la cueva fue descubierta, en 1884, sólo se podría acceder buceando a través de una entrada submarina; pero su descubridor, el barón Eugen von Ransonet, sugirió que se practicara una abertura para que los barcos pequeños pudieran entrar.
El momento ideal para observar el fenómeno varía dependiendo de la estación, pero normalmente es entre las 11 y las 12 de la mañana; así que, si quieres verlas, tendrás que contratar una excursión. A pesar del desembolso extra de dinero que ello supone, merece mucho la pena pues, cuando se produce el efecto descrito, las cuevas son realmente espectaculares.
La cueva obsequia al viajero con los increíbles reflejos del sol sobre el fondo marino de rocas blancas, que se tiñen de una luz mágica y única en todo el mundo. Para poder acceder a la Cueva de
Bisevo, recuerda que tendrás que coger un pequeño bote desde el mar, para entrar en el interior, a través de una abertura natural de un metro y medio de alto.
Si estás interesado en visitar esta cueva y descubrir en primera persona su increíble belleza, prepárate para sumergirte en la naturaleza y en la cultura más auténtica de Croacia, y en concreto de esta pequeña pero maravillosa isla, porque seguro que no te decepciona.
Fuente: http://www.xatakaciencia.com/geologia/bisevo-la-cueva-luminosa-de-croacia
La Cueva Baredine, un mundo mágico en Croacia
Croacia tiene muchos sistemas de cavernas y una de las cuevas mas impresionantes es la Cueva Baredine que está situada a poca distancia de Porec, en la aldea de Nova. Por supuesto, esta cueva está llena de estalagmitas y estalactitas creadas por el agua y el tiempo.
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lgunas de las formaciones rocosas tienes extrañas formas que han sido bautizadas ya, la Torre de Pisa, una Virgen y una que se llama Milka, por ejemplo. Pero bien, que tiene además un profundo cráter de 66 metros de profundidad que se abre a una serie de magníficos lagos subterráneos. Hay de todo, todo tipo de curiosidades, de piedra y vivas pues no es difícil dar con diminutos cangrejos casi transparentes, por ejemplo.
A la entrada de la cueva hay un museo que exhibe cerámica antigua, prehistórica, que se ha encontrado dentro y que se cree servía a la gente para recoger el agua fresca que cae por los muros de roca durante los calurosos veranos.
Esta cueva tiene incluso una leyenda que dice los siguiente: había una vez un noble de Porec llamado Gabriel que se enamoró de una hermosa lechera llamada Milka. La madre de él no quería saber nada con ese amor así que contrató a unos ladrones para que la mataran. Pero no lo hicieron y en su lugar la metieron dentro de la cueva. Cuando Gabriel se enteró de su fortuna corrió a buscarla y a los dos nunca más se los vio.